Desde el comienzo de su actividad, INSEMUR instalaciones electricas ha aportado al mercado valores técnicos que hasta ese momento no ofrecían nuestros competidores, consolidando un efecto distintivo que nos ha permitido crecer con solidez.

La gestión integrada del producto y servicio así como un permanente trabajo en I+D+i, han sido nuestras principales aportaciones. En un mercado globalizado, como el actual, hemos conseguido adaptarnos a los factores tecnológicos variables y con ello disponer de un producto de alta calidad y un servicio cercano al cliente.

Es muy importante la instalación de estabilizadores y sais en las instalaciones que lo requieran.

Aunque las empresas de distribución de energía eléctrica generan una tensión adecuada sin embargo las averías en las líneas, los fenómenos atmosféricos, las continuas variaciones de carga y las perturbaciones generadas por los usuarios no garantizan a los mismos una tensión constante de 230V o 400V que esté dentro de los márgenes de tolerancia del 10% previsto en los contratos de suministro. Frecuentemente dicha tolerancia es insuficiente para los equipos más susceptibles. Otras veces, la tensión de red alcanza niveles que superan del 15%, 20% e incluso del 25% el valor nominal previsto.

Las fluctuaciones de voltaje son fenómenos perturbadores particularmente peligrosos porque no son evidentes, si no que se detectan sólo con el uso de instrumentos específicos. En presencia de estas perturbaciones, los equipos eléctricos mantienen aparentemente un estado de funcionamiento correcto, encubriendo graves daños, en algunos casos irreparables. Incluso una simple bombilla, si se sobrealimenta el 10%, sigue iluminando, pero reduce a la mitad su vida útil. Si se subalimenta en el mismo porcentaje, pierde el 30% de su luminosidad.

Mucho más graves son las perturbaciones que las variaciones de voltaje provocan en los aparatos más complejos:

• Un equipo de corte por láser sufre alteraciones en el "modo de haz láser" con consiguientes rebabas de corte o apagado del equipo
• Un accionamiento electrónico provoca variaciones indeseadas en la velocidad del motor alimentado y se dañan tanto la memoria de los datos como los equipos de potencia, proporciona resultados errados, derrocha costosos reactivos y pierde las muestras de análisis